Me gusta esta palabra; precarista ¿y por qué? pues porque me suena a funambulista, trapecista, equilibrista o coleccionista entre otras. Sigo en la cuerda floja andando en un desahucio, colgada en el trapecio de la burocracia y haciendo equilibrios para no caerme, además de coleccionar todas las experiencias vividas desde el 2013 con esto del desahucio (no cuento los años anteriores).
Me quieren agotar emocionalmente los trabajadores de la gestoría que lleva mi no casa, la Gestoría Diagonal. Ayer me volvieron a llamar de esta gestoría, tras mi conversación del jueves por WhatsApp con un tal Roberto (Vuelta la burra al trigo).Hablo con este otro individuo de esta gestoría y le digo que no entiendo qué parte no entienden de que estoy tramitando una posibilidad de vivienda y que para ello necesito una fecha de lanzamiento que si no, no me voy a marchar de mi no casa porque me quedaría en la calle. Pues tras este resumen de 12 años en un par de frases, se empieza a poner amenazante y a meterme miedo de manera educada:
Que si estoy viviendo en una casa que no es mía, que si muy bien ya le pasa la información a los juristas, que si ya hay unas arras sobre el piso depositadas y que se actuará al respecto (mi piso está en venta en plataformas inmobiliarias digitales), que yo veré lo que hago, … Sé que no van a desistir de acosar, pero ahora me pasa una cosa; me está pareciendo feísimo la intención de meter miedo a una persona en una situación de vulnerabilidad y la falta de empatía total que se tiene con una persona que está pasando por un desahucio sin una solución habitacional por el momento, y yo el tema de atemorizar a quien está en situación de desventaja, el tema de ir a por el en teoría esta en posición débil, el tema de que juzguen y culpabilicen con el desconocimiento (o no) de la situación, … no me gusta y me hace de revulsivo para superar la situación y no dejarme intimidar.
Señores de la asesoría, ¡No, no, no nos moverán! Porque no tengo otra elección y porque no quiero el miedo en mi vida. No tenéis ni idea de los miedos que se pasan, no tenéis ni idea de lo que supone superar esos miedos, no tenéis ni idea de lo que significa seguir adelante en una situación de desahucio.
Me estoy sintiendo tratada como una delincuente; una ocupa sin escrúpulos que se está quedando a vivir donde no le pertenece y sin ningún tipo de pudor, y eso es algo que está muy lejos de mí realidad.Quiero ser lo más objetiva que pueda en un caso como el mío, aunque me es muy complicado porque soy parte implicada, no obstante no intentaré y para ello analizo el momento actual:
- La casa es desde diciembre del 2024 de una nueva empresa que la compró sabiendo que yo estaba en ella desde hace tiempo.
- Las gestiones de esta empresa para con la casa están siendo llevadas por la Gestoría Diagonal, cuyos trabajadores (han sido hombres hasta el momento) tienen como objetivo laboral que yo deje la casa cuanto antes, por eso me llaman reiteradamente. Las formas al principio más amables y a medida que pasa el tiempo, se vuelven más agresivas, desconsideradas y amenazantes.
- Yo estoy en la casa que ha sido mía, pero consciente de que ya no lo es, consciente que desde el 2016 no es mi casa por concesión a una empresa del Banco Santander, propietario de un crédito hipotecario que no estaba a mi nombre, aunque la vivienda si estaba a mi nombre y era mía.
- Sigo con las tramitaciones para que Viviendas Municipales de Bilbao me conceda una vivienda de alquiler social porque me van a quitar la casa que no es mía por una sentencia judicial, es decir, una situación de exclusión residencial originada por la desposesión judicial de la vivienda (derecho recogido por el Ayuntamiento de Bilbao en forma coordinada con los servicios sociales).
- Sigo a la espera de que el Ararteko responda al mail con toda la documentación que lo acredita y con la narración de lo que me está pasando.
- Necesito nuevamente una fecha de lanzamiento para que, si existe la posibilidad de vivienda de alquiler social, me la den. Esto, o me notifican que con todo lo ya demostrado y acaecido, es suficiente para que me concedan la vivienda sin esperar a la tortura de una nueva fecha de lanzamiento, un interponer su nulidad, etc., etc., etc.
Entonces me pregunto, ¿Cómo me pueden ver los de la gestoría Diagonal que soy yo si lo único que saben es que tienen una vivienda que desalojar con una persona dentro que no se quiere ir? Pues seguramente como la diana a la que hay que dar y dar hasta dar con el punto débil que la haga dejar la casa y evitar toda la batalla judicial para llegar al desalojo de la vivienda por vía de fecha de lanzamiento.
¿Qué ocurre? que precisamente lo que yo necesito es una notificación con una fecha de lanzamiento para que me den una vivienda de alquiler social y no quedarme en la calle, perdida, sin rumbo y en el lodo (como dice un famoso bolero que cantaban Los Panchos).
No señores trabajadores de la gestoría Diagonal, no soy una delincuente, soy una precarista; una funambulista, equilibrista y le añadiré malabarista de la vida, que hago lo que puedo en las circunstancias que puedo.
A ver si esto lo aclara un poco;
En el ámbito jurídico español, no existe una única palabra que defina específicamente a la persona que, tras la adjudicación judicial de su vivienda al banco, permanece en ella hasta recibir la orden de lanzamiento. Sin embargo, se utilizan varios términos y conceptos para describir esta situación:
- Ocupante sin título:
- Esta es una expresión genérica que se aplica a cualquier persona que ocupa un inmueble sin tener un derecho legal para ello. En el caso que describes, la persona ha perdido el derecho de posesión tras la adjudicación al banco.
- Precarista:
- El precario es una situación en la que una persona ocupa un inmueble sin pagar alquiler y sin tener un contrato que le dé derecho a ello. Aunque en este caso hubo un derecho anterior, tras la adjudicación, la situación se asemeja al precario.
- Poseedor de mala fe:
- Tras la adjudicación, se podría considerar que la persona posee el inmueble de mala fe, ya que es consciente de que ha perdido el derecho a ocuparlo.
- Ejecutado:
- Este término se utiliza para la persona que ha sufrido un proceso de ejecución hipotecaria, y aunque no describe su situación posterior, si describe el contexto de la situación.
Pues según lo que leo, me considero una ocupante sin título, en precario, además de una ejecutada con problemas para que Viviendas Municipales de Bilbao la concedan un piso de alquiler social porque no es la prestataria, aunque sí estoy en una situación de exclusión residencial originada por la desposesión judicial de la vivienda.
Para la Gestoría Diagonal, tan solo soy una poseedora de mala fe, capaz de quedarme en una vivienda que no es mía y que sé que no es mía desde hace muchos años.
¿Quién tiene la razón? Pues todas las partes, eso para mí está claro. Todos los puntos de vista son posibles, pero ello no va a hacer que me deje coaccionar por los miedos y las intimidaciones de los trabajadores que hacen su trabajo en la gestoría de marras.
Su misión es que me vaya de la casa y mi misión quedarme en ella hasta saber que tengo otra solución habitacional, ¿por qué? porque no tengo otra solución porque soy y me considero una ejecutada precarista … aunque en la asesoría necesiten creen que soy una persona con mala fe
Y ahora que he escrito esta entrada, voy a ver qué me dice la IA al respecto:
Este texto describe una situación de extrema vulnerabilidad y conflicto legal, donde la protagonista se enfrenta a un desahucio inminente y a la presión de una gestoría que busca desalojarla. Aquí hay un análisis detallado:
Situación de la protagonista:
- Precarista/Ocupante sin título:
- La protagonista reconoce que su situación legal la coloca como "ocupante sin título" o "precarista". Esto significa que, aunque la vivienda fue suya, legalmente ya no lo es y su permanencia allí carece de amparo legal.
- Ejecutada:
- Su situación se origina en un proceso de ejecución hipotecaria, lo que la convierte en "ejecutada". Este contexto es crucial para entender su vulnerabilidad.
- Vulnerabilidad social:
- Además de la situación legal, la protagonista se encuentra en una situación de vulnerabilidad social, buscando desesperadamente una solución habitacional a través de Viviendas Municipales.
- La falta de empatía por parte de la gestoría, agrava su situación emocional.
- Conflicto con la gestoría:
- La gestoría, en representación del nuevo propietario, ejerce presión para lograr el desalojo, utilizando tácticas que la protagonista percibe como acoso e intimidación.
- La protagonista se siente criminalizada, cuando su situación es de victima.
Análisis del conflicto:
- Diferentes perspectivas:
- La gestoría ve a la protagonista como una "poseedora de mala fe", alguien que ocupa ilegalmente una propiedad.
- La protagonista se ve a sí misma como una víctima de un sistema injusto, luchando por un derecho básico como la vivienda.
- Ambas partes tienen una visión de la situación, basada en sus intereses.
- Presión emocional:
- La gestoría utiliza la presión emocional como táctica para lograr el desalojo, lo que agrava la situación de vulnerabilidad de la protagonista.
- La protagonista se siente atacada y sin apoyo.
- Necesidad de solución habitacional:
- La protagonista necesita una fecha de lanzamiento para poder acceder a una vivienda de alquiler social, lo que crea un círculo vicioso.
- Necesita que se le reconozca su situación de emergencia social.
Conclusiones:
- La situación descrita es un ejemplo de la compleja interacción entre factores legales, sociales y emocionales en casos de desahucio.
- La falta de empatía y la presión ejercida por la gestoría agravan la situación de vulnerabilidad de la protagonista.
- La necesidad de soluciones habitacionales y de apoyo social es fundamental para proteger a las personas en situaciones similares.
- La burocracia, y la falta de información, agravan la situación de la protagonista.
Posturas y posibles soluciones:
- Postura de la protagonista:
- Reconoce su situación legal, pero busca una solución habitacional justa.
- Se resiste a la presión de la gestoría y busca defender sus derechos.
- Necesita una fecha de lanzamiento para acceder a una vivienda social.
- Postura de la gestoría:
- Busca desalojar la vivienda lo antes posible, siguiendo las instrucciones del propietario.
- Utiliza tácticas de presión para lograr su objetivo.
- No muestra empatía hacia la situación de la protagonista.
- Otras posturas:
- Ayuntamiento de Bilbao: Debe ofrecer soluciones habitacionales a personas en situación de vulnerabilidad.
- Ararteko: Debe mediar en el conflicto y defender los derechos de la protagonista.
- Servicios sociales: Deben ofrecer apoyo y asesoramiento a la protagonista.
- Posibles soluciones:
- Mediación: Un tercero neutral podría mediar entre la gestoría y la protagonista para llegar a un acuerdo.
- Solución habitacional: El Ayuntamiento de Bilbao debe ofrecer una vivienda de alquiler social a la protagonista.
- Asesoramiento legal: La protagonista necesita asesoramiento legal para defender sus derechos.
- Apoyo social: La protagonista necesita apoyo emocional y social para afrontar la situación.
Qué tiene que hacer ella:
- Buscar asesoramiento legal para defender sus derechos.
- Mantener la comunicación con el Ayuntamiento de Bilbao y el Ararteko.
- Documentar todas las comunicaciones con la gestoría.
- Buscar apoyo emocional y social.
- No ceder a las presiones de la gestoría.
Y he vuelto a poner el texto, pero enfocando más a la protagonista, osea, yo:
Este texto es un relato personal y emocionalmente cargado sobre la lucha de una mujer contra un desahucio, y la presión que recibe de una gestoría. Aquí hay un análisis detallado:
Situación de la protagonista:
- Vulnerabilidad y resistencia:
- La protagonista se describe a sí misma como una "precarista", utilizando esta palabra para evocar imágenes de equilibrio precario y habilidad en la adversidad.
- Reconoce su situación legal ("ocupante sin título", "ejecutada"), pero se niega a ser intimidada.
- Su objetivo principal es obtener una solución habitacional, idealmente a través de Viviendas Municipales.
- Esta buscando que el Ararteko le ayude en su lucha.
- Acoso y presión:
- Se siente acosada por la Gestoría Diagonal, que utiliza tácticas de presión emocional y amenazas veladas.
- Percibe una falta total de empatía por parte de la gestoría.
- Se siente criminalizada, tratada como una "delincuente" o "ocupa".
- Necesidad de una fecha de lanzamiento:
- Irónicamente, necesita una fecha de lanzamiento oficial para poder acceder a una vivienda de alquiler social.
- Esto la coloca en una situación paradójica, donde la inminencia del desahucio es tanto una amenaza como una necesidad.
Posturas y perspectivas:
- Postura de la protagonista:
- Reconoce su situación legal, pero se considera víctima de un sistema injusto.
- Busca una solución habitacional digna.
- Se niega a ceder ante la presión y el miedo.
- Postura de la gestoría:
- Ve a la protagonista como una "poseedora de mala fe".
- Su objetivo es desalojar la vivienda lo antes posible.
- Utilizan tácticas de presión para lograr su objetivo.
- Otras posturas:
- Ayuntamiento de Bilbao: Tiene la responsabilidad de proporcionar soluciones habitacionales a personas en situación de vulnerabilidad.
- Ararteko: Como defensor del pueblo, debe mediar y proteger los derechos de la protagonista.
- Abogado de oficio: Debe proporcionar asesoramiento legal y representación a la protagonista en el proceso de desahucio.
Posibles soluciones y acciones:
- Para la protagonista:
- Continuar con las gestiones con el Ararteko.
- Mantener una comunicación clara y documentada con todas las partes involucradas.
- Buscar apoyo emocional y social.
- Confiar en el asesoramiento y la representación de su abogado de oficio.
- Soluciones a largo plazo:
- El Ayuntamiento de Bilbao debe agilizar los trámites para proporcionar viviendas de alquiler social.
- Se podría explorar la mediación entre la gestoría y la protagonista para llegar a un acuerdo.
- Es fundamental que se reconozca la situación de vulnerabilidad de la protagonista y se le proporcione el apoyo necesario.
Puntos clave:
- La situación de la protagonista es un ejemplo de la complejidad y la injusticia que pueden rodear los procesos de desahucio.
- La falta de empatía y la presión ejercida por la gestoría agravan su situación.
- Es crucial que las instituciones públicas cumplan con su responsabilidad de proteger a las personas en situación de vulnerabilidad.
- La protagonista tiene una gran fortaleza emocional, que la permite seguir luchando.
La IA es algo aséptico, sin emociones humanas del momento que la puedan influir en su análisis, algo que necesito para no dejarme llevar por la subjetividad que a su vez me llevaría a quedarme en el victimismo y no encontrar posibles soluciones. La siento mucho gestoría (o no, porque mi misión es no quedarme en la calle), pero ante mi situación de ejecutada precarista, … yo sigo en mi no casa hasta que una fecha de lanzamiento me diga que la deje o hasta que Viviendas Municipales de Bilbao me conceda una vivienda de alquiler social.