En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

viernes, 13 de enero de 2023

Hace tiempo

Hace tiempo que no escribo en ese blog de mi desahucio, pero es que pocas cosas hay que reseñar desde el año 2021. Todo sigue igual, sigo con mi casa y con teléfonos boqueados para no seguir diciendo lo mismo. Teléfonos de la empresa a la que ya he explicado diez o cien veces que no me voy hasta que no tenga la carta con la fecha de lanzamiento en la que tenga que dejar mi casa. Ahora sí que tengo algo, aunque al lado de perder la casa es poca cosa.

Ocurren cositas cotidianas de cualquier casa, de cualquier vida, ............de cualquier caldera de gas que llega a decir hasta aquí he llegado y pido remplazo. La cuestión está en que lo que es una decisión normal de cambiar caldera que sabes que la vas a tener hasta que deje de funcionar, en mi caso estoy condicionada por saber que igual pongo hoy una caldera nueva y pasado mañana recibo carta de que tengo que dejar la casa en dos meses. Pero claro, ni esto lo sé, porque igual estoy otros 8 años sin recibir nada y sigo en estando en el mismo sitio.

Decisión:  la caldera más barata que consiga y hasta cuando sea que pueda quedarme en la casa. La historia está que la más económica que de momento me han presupuestado es asumible, pero tengo que darle un punto de vista que me haga pensar que no es un gasto, si no una inversión.

Cada uno elegimos cómo queremos pensar y vivir en consecuencia, yo elijo hacerme la vida lo más fácil posible, porque al fin y al cabo, de aquí no saldremos vivos ninguno. Y en este pensar cada uno como nos da la gana, yo veo una realidad (hay varias, claro); llevo todos estos años sin pagar nada por mantener mi casa (ni hipoteca, ni alquiler, ni tan siquiera comunidad). 

Que después de todos estos años (y los que me queden) tenga que cambiar la caldera, es un precio menor frente a lo que tuviera que pagar mes a mes si ya no tendría la casa y estuviera de alquiler, aunque sea un alquiler social.

¿Qué estoy ahora en esta casa y no me gusta fregar con agua fría? Esto lo tengo claro.
¿Qué se van a quedar con la casa? Es un hecho.
¿Qué la caldera que ponga ahí se va a quedar para la empresa que tiene mi casa y la va a vender? También es un hecho.
¿Qué igual cambio la caldera y en seis meses me tengo que ir? Esto puede ser o quizás no. Pero aunque fuese así yo hago mis cálculos:

  • Alquiler social mensual (más menos) 400€ x 6 meses = 2.400€. La caldera me sale 1.600€ ¿Me compensa económicamente?

Escribiendo esta entrada consigo aclarar mis propios pensamientos, confrontarlos con las opiniones que recibo de alrededor y finalmente tomar una decisión con la cual me sienta tranquila. Así que, aunque hace tiempo que no escribo en este blog para que otros sepan de la experiencia de pasar por un desahucio, ahora me sirve a mí para aclararme. 

Cuando haces por los demás, revierte en ti, este es un pensamiento al que recurro muchas veces. Sé que aunque no haya efectos inmediatos a corto plazo, cualquier gesto de colaboración con otros (como nació este blog), acaba convirtiéndose en algo beneficioso para uno mismo, no quizás por la misma vía, pero sí de cualquier  otra forma de vía en la vida. Hace tiempo que el tiempo con mi casa es un regalo año tras año,...por cierto, feliz año 2023!