En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

lunes, 9 de mayo de 2016

Tocando el final


Ya es de esa tercera parte mi casa. Ni del banco ni mía, ya pertenece a una empresa creo que madrileña que creo que es del propio banco.




Poco a poco vamos hacia el desenlace de estos tres años y pico de andadura, creo que estamos tocando el final de la historia, ahora que ..... también lo pensaba hace unos meses y aquí seguimos.

Cuando fueron a firmar las partes implicadas (yo ya no lo era), me personé y me dijeron muy amablemente que para qué, que la casa dejó de ser mía tras la subasta de septiembre.


Nota* me aparece por una de las notificaciones FTPYME Santander 2, Fondo de Titulización de Activos.

Bueno, pues muy amablemente les respondí que lo sabía, pero que solo quería que la nueva empresa propietaria de mi hogar supiera que sigo manteniéndome en la propuesta de alquiler social.

El procurador de la nueva empresa cogió mis datos, mi mail y mi teléfono y que ya se pondrían en contacto conmigo para decirme algo y que no me preocupara porque llevaban dos años y pico que no habían desahuciado a nadie.

Que os cuento para quedar de estupenda ¿qué no me afectó? pues va a ser que sí.

Al margen de que tenga muy asumido que me he quedado sin mi casa a nivel legal con lo que implica (todo lo pagado por ella; mi casa anterior y muchas cuotas), quedarme sin nada de lo que en mi vida me he trabajado; mentiría si digo que no me salieron las lágrimas en silencio y que el procurador del Santander no se atrevía ni a mirarme a la cara. Ahora mientras escribo también me brotan por el recuerdo del momento.

He aprendido hace tiempo a asimilar que si tengo que estar triste lo estoy y no pasa nada porque no estoy ni dentro de una depresión, ni de un ataque de angustia, ni de tan siquiera una vida infeliz.

Simplemente me asoma la tristeza y me la vivo ante una situación que no es de buen gusto tragar y que me parece injusta aunque sea justa en Justicia.

Escribo porque hoy lunes he recibido de mi procuradora la notificación de ese día (de mi abogado sigo sin saber nada y sinceramente, ya ni quiero); nada que no supiera, pero me hace consciente de que los pasos y trámites legales siguen su curso.

Ahora de nuevo a la espera de noticias, esta vez no del juzgado, no del Banco Santander; esta vez de una empresa privada que ya es propietaria de mi casa y me puede decir que me vaya cuando le de la gana y quiera.

Y en este impás estamos, tocando el final que no se ni cuando será ni cual será. ¿quién lo sabe? Pues igual ni siquiera está decidido por nadie. De todas maneras, con mi hogar o sin mi hogar, el show debe continuar.