En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

martes, 7 de mayo de 2024

¡Es todo muy tranquilizador!


¡Puf! Aún sin noticias y el tiempo sigue pasando, quedando cada vez menos días para el 30 de mayo y menos horas para las 10'30h de ese día ¡Es todo muy tranquilizador! 

En el Real Decreto -Ley 8/2023, de 27 de diciembre, en el capítulo IV Medidas de carácter social publicados en el BOE, en su capítulo III Medidas en materia de vivienda, en su sección 2, Medidas medidas para la protección de personas vulnerables en  su sección 2ª adopta medidas para la protección de personas vulnerables: 

Bueno, dice más cosas, que para llegar hasta esta página 172738, me ha costado, porque el Decreto-Ley habla de muchas, muchas cosas y en unos términos que evidentemente, hay que ser jurista para entenderlos, pero de todo lo que he leído saco esta conclusión simple: estoy en situación de vulnerabilidad que puedo acreditar por lo que mi fecha de lanzamiento tendría que posponerse hasta el 31 de diciembre del 2024.


Pero, pasa el tiempo y yo a la espera de saber algo; algo habitual durante todo este proceso de desahucio y me doy cuenta de este detalle porque he empezado a releer mis escritos para acordarme de cómo ha sido esto de andando en un desahucio, qué he hecho y cómo lo he afrontado. La tónica general es la espera a que otros hagan, a que otros decidan, a que otros dicten, …. aquella entrada de su día que se titula las cosas de palacio van despacio, va a ser que es verdad. 
Otra de mis observaciones es que he estado en un continuo pensar que ya llega el final (*) y cada vez que lo creía, había una circunstancia que lo retrasaba, así hasta mayo del 2016, tras lo cual decidí no hacer nada; una continua incertidumbre de mi situación y en aquel entonces agravada porque tenía a mi hijo menor en casa y a mis animales.

Ahora, 11 años después de empezar andando en un desahucio, me doy cuenta que ha sido un proceso tedioso, angustioso, penoso, de sortear indeseables, de topar con buena gente, de esperas infinitas, de tristezas calladas para no alarmar en exceso ni a mi hijo ni a mi entorno, precariedad económica, violencia vicaria,  … complicado, muy complicado.

Como soy una resiliente poco quejica, me encuentro con que, aunque para mí este último mes está siendo complicadísimo a pesar de saber que algún día llegaría, no se ve la importancia  emocional que tiene, para mí. 

  • Como dice mi hijo el pequeño que ya tiene 23 años "siempre te las has apañado" y como siempre me las he apañado, pues no pasa nada. 
  • Como no tengo ya hijos menores a mi cargo, no pasa nada.
  • Como ya sabía que tenía que llegar, pues no pasa nada. 
  • Como sigo haciendo cosas en la vida, pues no pasa nada.
  • Como estoy organizando voluntariamente un viaje para el grupo de familias "Guerreros/as púrpura", será porque estoy estupendamente bien y … parece que no pasa nada.
  • Como no estoy llorando por la esquinas visibles, pues no pasa nada.

Nada, no pasa nada por mi interior. Debo ser de hierro y no pasa nada, peo sí, sí pasa porque no soy impasible, todo lo contrario.


Nada que esconder,
todo en las manos,
lo que soy
y lo que tengo
está aguardando,
esperando el momento,
confiando.

Así ha sido antes
y se lo han quedado,
así será el mañana
para recibir lo dado,
así es el ahora
que estoy andando.

Nada escondido,
todo en las manos,
descubriendo mis muertos
que están danzando,
entre los recovecos
del pasado canso
que aparece de nuevo
con el mazo dando.

Me están viniendo todos los malos momentos del pasado que me han llevado a esta situación; me están viniendo esos momentazos totalmente indeseables en las que terceras personas han actuado de forma despreciable y egoísta con mi familia, porque no ha sido sólo conmigo, también con mis hijos. 

Estoy en ese momento en el que te cae encima todo lo emocional del dolor pasado y no llorado; es como que me miro para atrás a mí misma y me doy pena, muchísima pena. 
Se que es pasado, que ya no está, pero en mi cabeza sí está porque en este mi presente, sigo arrastrando consecuencias de aquello y parte de mi vida relacional con mis hijos es consecuencia de aquellas situaciones evitables que no fueron evitadas.

Ignorantes ciegos

Para alguno y a paladas
llevo por dentro
y o empiezo a repartir 
o me encierro,
pero no me da la gana 
de tener que hacerlo,
que si alguien ha de esconderse
que sean ellos,
que no cumplieron la palabra,
y descuidaron lo bueno,
el bienestar en el vivir 
de sus hijos pequeños.

No sé por qué lo hicieron,
si fruto del patriarcado
e hijos de ello,
o tal vez solo son unos getas,
egoístas, ávaros,
egocentristas y memos,
que tras la separación
se priorizaron ellos
y ti con lo que te quedas,
te las arreglas de nuevo,
y si los chavales pagan
los aires del desconcierto,
de la escasez económica
y mi alma oliendo a muerto,
no les importaba nada
y la rara eres tú con tu vida 
por no llevarla a buen puerto,
entre zancadillas y patadas
y apedreamientos por medio.

Ignorantes ciegos,
lo que pasa en una casa
lo viven los que están dentro
y si hay penuria y tristeza,
por falta de generosidad, 
teniendo y además debiendo,
se masca por los que estemos
en esa casa viviendo
y aunque ellos no se acuerden,
yo sí me acuerdo,
aunque ellos no comprendan,
yo sí comprendo.

Me habéis complicado la vida
y lo he pagado de lleno,
como lo han pagado los hijos
que llevé en mi seno,
a los que no pude cuidar
como yo quiero,
a los que echando la vista atrás
creo que nada entendieron
por ser pequeños,
y ahora que son grandes,
yo ya no lo espero,
porque incluso a mí 
me ha costado nombrarlo,
aún estando padeciéndolo.

Han actuado de forma tan despreciable que me ha llevado al punto de perder mi casa; se dice pronto ¿verdad? Pero no pasa nada porque sólo es material, lo importante es que yo esté bien, que tengo salud, que soy positiva, resolutiva, …. No voy guardar las formas en este momento, no me da la gana.


Quisiera darte las gracias
pero no puedo,
el llanto cubre mi rostro
y el corazón tengo lejos,
recordando lo pasado,
lo viejo que trae el recuerdo,
ahora que sufro su paso,
porque no fuiste certero.

Nos dejaste abandonados,
en manos del desconcierto,
y no fue a mí sola,
ya que vivía con ellos,
con nuestros dos hijos bellos,
que tu falta de generosidad 
en sus vidas también sufrieron,
no sólo yo como madre,
también ellos,
que el infortunio y tu no cumplir
en su hogar como niños lo vivieron.

Tuve que poner nuestra casa
a nombre de un lobo enfermo,
que devoró poco a poco lo nuestro,
lo malgastó en silencio
llevando por encima
la piel de cordero,
porque lo contigo vivido,
a él le hacía bueno.

Sin piedad me dejasteis
tu hermano y tú en el cieno,
y además sin inmutarte 
me dijiste altivo y ciego,
arréglatelas muy sola,
que aunque es mi hermano,
no intervengo,
que te de el dinero alguien,
pues yo no quiero,
si está en peligro la casa,
a mí me importa un bledo,
que aunque también sea avalista,
van a por ti de lleno,
así que vete a otra parte,
porque de nuevo,
a mi me importa un bledo.

Y ahora,
agradecerlo no puedo,
porque tras estos casi treinta  años,
aquí me encuentro,
abandonando mi casa
en consecuencia de aquello,
así que las gracias no me salen
por lo que hiciste sabiendo,
no puedo agradecértelo
y es que además, no quiero.

Es verdad que tengo que admitir que sigo protegiendo que mi entorno no sepa lo duro que está siendo para mí, exceptuando a mi pareja que, mal que bien aguanta el momentazo.

También es de agradecer que se han ofrecido mis amigas a ayudarme a hacer cajas y al traslado de enseres; también mis hijos y mi pareja. Curiosamente, de mis hermanas/os, lo saben dos desde hace un mes y, no ha habido una llamada de que tal van las cosas. Sí, … me resulta curioso y revelador.

Hoy haciendo cajas y revisando que guardar y que tirar, he encontrado algo de mi hermana la peque y la he dicho si quiere se lo guardo; es la única que me ha preguntado qué tal estoy, todo un detalle, en vista de lo visto.

Y me pregunto, ¿da miedo preguntar qué tal estás? ¿Se empatiza con el entorno cercano o ya vamos a nuestro mundo y el resto que se las arregle? Si no vemos cómo se puede sentir el vecino de al lado, una amiga, una hermana, ¡cómo vamos a hacer algo con los de los países de al lado! 

Esta reflexión es un momento de acordarme de todos esos países y esas gentes que están viviendo en una guerra que no han creado; me acuerdo porque de otra forma distinta, yo he estado viviendo en una guerra de vida que no había creado y de la cual he tenido que sobrevivir y que ahora vuelve.

Mis amigas sí me han preguntado cómo van las cosas y que están ahí para lo que necesite. Mi compañero de viaje me recalca una y otra vez que no estoy sola, que está ahí y que no va a ser como el resto que ha pasado por mí vida, que no me dejará en la estacada (Te buscas la vida)

Cierto es que no lo voy contando a los cuatro vientos, que lloro en solitario y en las esquinas de casa (bueno, en este blog y en el de poesía también; terapia personal); pero me encuentro inestable, desesperanzada, con un futuro incierto, despojada de lo poco que tenía, desinformada, a la espera de qué va ocurrir porque nadie me dice nada, ni juzgados que se retrasa la fecha de lanzamiento, ni Viviendas Municipales que me concede un piso de alquiler social.

Estoy a 23 días de la fecha de lanzamiento de mi vivienda y no sé nada de nada, ¡parece un "dèjá vu"!(*) todo el proceso durante estos 11 años ha sido una espera y un no haber noticias; es estar pendiente de la nada; nada por un lado, nada por otro.

He llamado a Vivienda Municipales tras constatar que en el buzón no tenía nada, ni carta ni burofax; me han dicho que están en ello y que en esta semana decidirían mi caso ¡en esta semana! para cuando mandan el burofax me pongo a día 13 y me queda hasta el 30 para saber que hago con mis cosas.

Mandado wasap al abogado preguntando si sabe algo del tema de la anulación de la fecha de lanzamiento, me contesta que de momento nada. De momento nada, … a día 7 mayo y el lanzamiento es el 30. 

andasndoenundesahucio

Si te vas a la RAE, ¡ni sé yo todo lo que te dice sobre el término nada!

Una amiga que me ha preguntado cómo van las cosas y la he contado; me ha dicho "qué mal estar con esa incertidumbre" y sí … es una gran incertidumbre.

incertidumbre

  • inseguridad, inquietud, desasosiego, duda, indecisión, vacilación, recelo, sospecha
    • Antónimos: tranquilidad, certeza


andandoenundesahucio

¡Es todo muy bonito y tranquilizador! 

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