En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

domingo, 26 de julio de 2015

Detrás de cada puerta hay una historia



Resumen muy resumido para no daros la lata demasiado y que lo entendáis, porque lo que es cierto es que detrás de cada puerta hay una historia.

Me casé y siendo matrimonio avalamos un coche a un hermano de mi entonces marido, crédito que pasado el tiempo y una vez estando yo separada (* ) dejó de pagar y como yo era la única de los  avalistas que tenía algo en propiedad, mi casa, el banco me reclamaba a mí.
  • Una canallada de una persona que me dijo cuando me separé de su hermano (es el padrino de uno de mis hijos) que jamás iba a faltar nada a mis hijos y a mí.
  • Una canallada del padre de mis hijos que se lavó las manos y me dijo que me busque la vida. 
  • Una canallada de mi excuñada y exmujer del "impagador" (también madrina del mismo hijo), que me dijo que en el reparto el coche se lo quedó y por lo tanto, él se tenía que responsabilizar (entendible, pero una canallada para mí).
*Sola-eohpoesía
  Te buscas la vida-eohpoesía
  No puedo-eohpoesía
  Ignorantes ciegos- eohpoesía

Hablado con una persona de confianza que trabaja en una notaría, me aconsejó vender a mi entonces nueva pareja el piso; algo que hicimos, pero él no pagó nada, lo hizo mi padre, al cual devolví el dinero de la venta del piso. De esta manera creí que salvaba mi hogar de un crédito para un coche que no era mío y cuyo dinero no tenía y no iba a permitir debérselo a mi padre porque no lo podría pagar.

Paso el tiempo y cuando mi pareja y yo decidimos cambiar de casa para mejora de la familia (teníamos un hijo de 10 meses en común y yo tenía dos de mi anterior matrimonio) y dada una señal elevada económicamente del nuevo piso, me entero que hay un crédito hipotecario pedido sobre la vivienda anterior (legalmente podía pedir crédito hipotecario sobre "su" vivienda sin necesidad de que yo firmara o me enterara).

Este hallazgo me lleva a enterarme de que hay un problema de ludopatía por medio, tomo cartas en el asunto, me pongo a trabajar limpiando y a partir de ahí crezco a nivel laboral (en detrimento de la vida familiar de mis hijos, porque esto de la conciliación laboral es muy complicado), a demás de estar un año en la asociación de ludópatas de Barakaldo (en aquel entonces).

Pasaron los años y me separé por una "no muy buena convivencia" con el padre de mi hijo y propietario legal de la vivienda (no se puso a mi nombre cuando la adquirimos por el tema de que aún se me podría reclamar la deuda del famoso aval al coche de mi ex cuñado).
Si sospechas- eohpoesía
Sin verlo-eohpoesía

A la hora de gestionar el convenio regulador del hijo en común y mirando yo la posibilidad de comprar la parte que me correspondiera del nuevo piso para dejar zanjado el tema de la vivienda, me encuentro con que la otra parte hace valer su derecho legal de que la otra casa estaba a su nombre y por lo tanto él había aportado ese dinero y me reclamaba algo injusto e inaccesible para mí por la compra de su parte (aquí tengo que recordar que aunque la vivienda estaba a su nombre, nunca aportó un duro en su compra, fue mi padre).


Me opongo a ello más aún al enterarme de que hay una ampliación del crédito hipotecario de unos cuantos millones de pesetas de las de aquel entonces (inasumibles para mí). 

Decir que no arregló su problema (de este tema sería para otro blog), así que quitando los miedos a que el banco del aval que firmé me quitara el piso (le tenía más miedo a la ludopatía), logré del propietario legal y prestatario, la donación a mi nombre (éramos pareja de hecho y me llegó una carta al buzón con la petición de un préstamo personal de un importe majo, en estas empresas prestamistas que salen anunciadas). Por esta razón está en escritura notarial que el prestatario seguía siendo responsable del pago de la deuda (en un acto de lucidez reconoció que tenía que hacerse cargo de ello, algo de lo que luego se arrepintió). 

Siguió pasando el tiempo y el prestatario decide dejar de pagar el crédito y empiezo a pagarlo yo hasta que me quedo sin trabajo (tengo dos sentencias que dicen que me debe ese dinero, pero que no consigo hacer efectivas porque le tengo que embargar una licencia de taxi).

Al quedarme sin trabajo, no puedo seguir pagando el crédito y mis hijos los mayores que quieren seguir estudiando van a casa de su padre porque yo no puedo mantenerles, sigo en precariedad económica añadiendo incluso que el padre de mi hijo el pequeño y prestatario del crédito sobre mi casa, no paga o paga tarde y mal la pensión alimenticia del hijo en común, incluso me llegan a cortar la luz por impago.

Eran sus deudas de juego y es la casa donde vive su hijo, pero la cosa está en que no le importa porque si le falta casa porque nos la embargan, se va con él a vivir, que es lo que al fin y al cabo quiere.

Mala saña-eohpoesía

Puta y mala- eohpoesía

Que no se entere ella-eohpoesía

No he sabido- eohpoesía

En ese momento es cuando decido solicitar la ayuda económica a las instituciones pertinentes y por lo menos descanso porque puedo pagar los básicos de mi casa.
Con la casa no me pueden ayudar porque el crédito no está a mi nombre y se necesita eso o bien pagar un alquiler para que pueda tener alguna ayuda con respecto a vivienda.

Intenté en su día negociar con el banco la posibilidad de subrogarme o hacer un nuevo crédito para cubrir la deuda, inviable en mi caso al no tener nómina y pedirme unos avales explosivos.
Inviable porque no dispongo de ahorros porque ya me los he comido, literalmente han sido para comer.
Trabajo, solo sale sin contrato y si sale, no está nada fácil.

Me enfrento a que el 22 de septiembre del 2015 a las 12'30h. sale a primera subasta mi hogar.

Y ahora la historia es determinar quien necesita más mi casa, el Banco Santander (tiene toda la razón legal reclamando lo suyo) o mi familia, yo desde luego no tengo dudas, pero claro, soy parte interesada.

Os imaginaréis que, por medio de este resumen hay muchas más cosas que alargarían esta entrada tanto como para escribir un libro,  porque como bien dice la placa que tengo puesta en el buzón. detrás de cada puerta hay una historia y en estos casos de desahucio, no suele ser bonita. La mía la he asumido, soy resiliente de ella; eso significa que ha sido poco bonita, que ha hecho  y hará mucho daño porque las consecuencias económicas, emocionales y de pérdida del hogar no es ninguna tontería.

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