En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

jueves, 24 de abril de 2014

Cuéntame un cuento y verás que contento



Si es cierto, "Cuéntame un cuento y verás que contento, me voy a la cama y tengo lindos sueños". No he sido muy original con el título, muchos cuentos empiezan así y también es la entrada de una canción del grupo Celtas Cortos, pero es que me viene que ni pintada la frase para lo que quiero escribir.

Es como cuando de niña tienes miedo y le pides a tu padre que te cuente un cuento mientras te quedas dormida, llena tu mente de personajes buenos y no de sombras malas que están debajo de la cama. Hay momentos en la vida que se necesitan oír cuentos con finales felices para salir de la pesadilla.

Cuando tenemos problemas, queremos que nos cuenten algo para que el miedo no nos atenace, estamos deseando escuchar que existe una solución, saber que hay algo que se puede hacer, buscamos quien nos pueda ayudar, un experto o un gurú que … En ocasiones en vez de ser maestros espirituales, son oportunistas, las sombras que están debajo de la cama disfrazadas de personajes fantásticos.

Hay personas sin muchos escrúpulos que aprovechan los momentos de necesidad ajena para acercarse con la piel de cordero puesta, pero dispuestos a acorralarte y comerte. Aunque no es moral, ni correcto ni humano, estas gentes existen y están sueltos, con el traje de personas competentes y profesionales serios o de "amigos para siempre".

Me avisaron hace un año que tuviera cuidado con una de las personas que dirigían una de las plataformas antidesahucios, que su afán de protagonismo no tenía límites y que utilizada casos de personas en una situación de desahucio para aparecer en los medios de comunicación y conseguir sus metas.

En este caso ni siquiera pude ver al lobo con la pata pintada de color blanco para parecer una oveja, me avisaron antes y ni quise ir a la casita donde cobijarme, … ¡parece ser que la casa era del lobo!

Posteriormente he tenido referencias también no muy buenas sobre la persona en cuestión, así que creo que hice bien en hacer caso al aviso de ¡que viene el lobo!

En otras de las plataformas colabora un abogado que al parecer está denunciado por una mujer a la cual le quitaron su casa por una estafa cuando estaba en trámites de desahucio. Evidentemente hay dos lados de la historia, por lo que se tendrá que determinar en los juzgados que pasó, pero ella reclama firmas en change.org para que precinten la que fue su vivienda para que no siga expoliada y pretende demostrar lo que dice con documentación y testigos.

Yo por si acaso, tampoco me quedé con esa plataforma antidesahucios, porque tenía el precedente de que no me habían hecho mucho caso cuando acudí a tres reuniones de ella y vi que el enfoque era adquirir notoriedad y crear masa de gente para ir a las concentraciones, más que a resolver casos en concreto.
Desconozco si siguen igual o si ya han resuelto algún caso porque han cambiado, pero si que es real la rivalidad de esta plataforma con una tercera que existe en Bizkaia, tanto que yo que tenía una tienda de chucherías en la que tenía puesto un cartel de stop desahucios con el nombre de la plataforma y me pidieron los de la otra que lo quitara o que el suyo no lo pusiera al lado, que no querían saber nada de ellos ni que la gente pudiera creer que eran iguales.

En fin, que esta merienda de negros la conté en su día y por si la queréis leer

Por no caer en manos de los lobos que andan sueltos, topé con el "enano saltarín", un abogado que está en todos los sitios a la vez, muy inteligente y muy capaz, divertido y provocador que aunque tenía muy buenas intenciones con mi caso, poco me ha solucionado en un año y algo que llevo con él, aunque en un principio parecía que me llevaría por el buen camino todo mi tema legal.

Ahora parece ser que me he encontrado con el Mago Merlín y su compañero abogado, capaces de solucionar todos los problemas que tengo … aún no se si es el mago que dice o resulta que es Maléfica, una de las malas más malas de Walt Disney, aunque también pudiera ser el escorpión de la fábula, que empieza a cruzar el río con muy buenas intenciones pero a mitad de él, el instinto le llama y no puede evitar clavarme el aguijón. No tengo muy buenas referencias de él (me lo han denominado "mafioso") y aunque el abogado es conocido mío y tengo buena opinión de él, hace unos 15 años que no lo veo y me ha llegado una mala referencia.

No se a que atenerme, tantas veces he confiado y no he acertado, que determinar ahora quien me puede ayudar bien y quien no es algo ya casi obsesivo, no tengo tiempo para volver a meter la pata, no quiero en mi vida más problemas de los que tengo, solo quiero hacer algo para un final lo más amable que se pueda.

En estos momentos necesito un cuento con final feliz, lleno de hadas, duendes, caballitos con alas, tréboles de cuatro hojas .... "¡Papá, papá, ven y cuéntame un cuento!" Cuéntame un cuento y verás que contento.

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