En el andar por la vida

En el andar por la vida, lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo interpretamos.

martes, 22 de abril de 2014

C'est la vie



Socorrida expresión que sirve para entender todo aquello que se nos escapa al entendimiento, muy buena porque esto de tener la vida para echarla las culpas es un chollo, cuando no se sabe que decir, con decir la frase lapidaria "C'est la vie", está todo respondido.

Si tuviera que definir con palabras qué es lo que manejo en estos momentos, estas serían posiblemente tranquilidad, paciencia, esperanza, acción.

Tranquilidad para no dejarme llevar por la inseguridad y malestar que supone una situación difícil como es en la que me encuentro de estar andando en un desahucio, porque evidentemente, saber que tienes tu casa a en trámites de perderla, es un daño de otras situaciones desfavorables de vida acumuladas No puedo, Ignorantes ciegos ¡Malos tiempos para la lírica!

Paciencia, porque dicen que es la madre de la ciencia, aunque en mi caso es la madre de mi tranquilidad, sin ella no podría mantener el tipo tan dignamente como lo mantengo, aunque en ocasiones la sombra del malestar y la inquietud haga acto de presencia; eso por decirlo  bonito, porque decir que me entra la desesperanza y el acojono es como muy serio y yo no me lo puedo permitir con un hijo pequeño en casa.

Esperanza en que toda esta situación será diferente, que aunque no sepa ahora como, esta situación cambiará en algún momento (no se porqué, ni cómo, ni cuándo). Es la esperanza la que me otorga la paciencia para seguir teniendo tranquilidad, aunque para algunos esperanza es equivalente a momento desesperado.

La acción es un factor clave, sin ella todo sigue igual, sin ella todo es estático, inerte.., sin ella no cabe la esperanza de que todo cambiará.
La clave está en buscar y en querer solucionar, emprender acciones que puedan ayudarme, sin ello no cabría en mí la esperanza, mi alimentadora de la paciencia que me mantiene tranquila.

Algún día cambiaran las cosas, no por haber una solución instantánea, no por un golpe de suerte, no porque esto sea una pesadilla y solo tengo que despertarme para salir de ella, cambiarán las cosas porque estoy haciendo para que cambien, o no, pero por lo menos estoy haciendo y cuando acabe la pesadilla podré decir que he hecho lo que estaba en mi mano.

Se que necesito ayuda, porque yo sola no puedo, no sé, no dispongo de la información ni de los medios para poder salir de esta situación, eso si, tendré que contrastar que tipo de ayudas son, porque algunas de las anteriores que yo creía soluciones, han resultado ser parches que a la larga me han perjudicado.
Cuando otorgas el poder de decidir a los de fuera, aunque tengan muy buenas intenciones, has dejado de tenerlo tú, has pasado a ser responsable de hacer dejación de la protección de tu vida al ponerla en manos de otros, en principio más cualificados y capacitados.

He buscado la ayuda y la he pagado hasta que he podido. después me ha llegado de una manera altruista pero no efectiva y ahora sigo a la espera de otra ayuda, pagada y altruista (aún desconozco los porcentajes de cada una), que tendré que contrastar si es la mejor, la más acertada, conocer las consecuencias, valorar los logros y decidir si me es válida, no dar por hecho que es válida porque proceda de personas que me ofrezcan confianza, porque por esta razón ya he cometido todos los errores que podía cometer en esta vida.

¿Con qué cuento ahora?

Tengo un par de sentencias ganadas, que dicen que la persona titular del crédito hipotecario me debe un dinero, dinero con el que yo he estado pagando dicho crédito hasta no poder hacerlo más.

Tengo la posibilidad de recuperarlo a través del embargo de lo que tiene la mencionada persona  y de esta manera intentar llegar a un trato con el banco para pagar la deuda que se deba hasta el momento y que me dejen subrogarme por el resto del crédito.

Tengo por cobrar deudas a personas que me eran allegadas por trabajos realizados para ellas y negocios montados y mantenidos que se han quedado en sus manos, deudas de difícil cobro ya que meterme a demandas me supone un dinero y una fuerza que no tengo en estos momentos, fuera a parte de no tener la certeza de que pueda cobrar algo por esta vía.

Si cobrara todo el dinero que a lo largo de la vida me han dejado a deber, estaría bastante más tranquila económicamente hablando, pero,... como no es posible en algunos o todos los casos, da igual lo que tenga en deudas porque es como no tener nada.

Tengo, tengo, tengo...¡tú no tienes nada! Solo tengo posibilidades, pero como no las materialice, es como si "na de na". Para que esto ocurra necesito ayuda de alguien que sepa como manejar estas situaciones, necesito un buen abogado y un buen asesor que sepan tratar con los asuntos legales y los bancos, que hablen su lenguaje.

Además, necesito tiempo para que algo de todo lo que tengo entre manos o de lo que pueda venir, me de la estabilidad financiera que me deje afrontar mis responsabilidades económicas.

Necesito tiempo, el mismo que va pasando sin que tenga aún nada solucionado, el mismo que va pasando desde que se me plantea una posibilidad de arreglo que no llega, el mismo que se escurre entre las ofertas de posibles trabajos y negocios que me vienen pero que no llegan y los que me llegan son de dudosa fiabilidad.

El mismo tiempo que invierto haciendo cosas con la esperanza de que podré encontrar la solución, aguardando pacientemente ese momento en el que la tranquilidad económica me haga compañía.

Y hablando de tiempo (se me ha ido la mente atrás), pienso lo curiosa que es la vida, ya que todo este problema con mi casa parte de un aval hecho al hermano del padre de mis dos hijos mayores para que pudiera comprarse un coche, de ahí tengo que trampear y poner la casa a nombre del que era mi pareja fiable y que fue el futuro padre de mi tercer hijo porque si no me la quitaban (al "cuñaoooooooo" se le olvidó que yo me quedaba con el muerto si él no pagaba). 
Este último hombre en apariencia y en los años que llevábamos buena persona, teniendo el piso a su nombre y al no necesitar mi firma, hipoteca la casa para costear su afición a las máquinas "tragaperras", aunque yo las llamaría "traga vidas".

De esto me entero cuando fuimos a cambiar a una casa mejor, casa que al de unos años me dona consciente en ese momento de su problema (¡luego se volvió de nuevo inconsciente!) y así esta pasa a ser de mi propiedad  pero con el agravante de una hipoteca elevada por las deudas de juego que yo ya no puedo sostener por él. Por intentar salvar la casa del peligro de un aval, pasé a poner en peligro la casa por el juego.

En esta casa está engullida mi casa anterior, están las ilusiones y la familia rota, el trabajo y los esfuerzos, el tiempo de vida, el dinero, las deudas … y la verdad es que se me sigue escapando porqué de una acción altruista se acaba estando con el hogar en peligro y en dos ocasiones.

Me salté la primera de aquella manera, creyendo que lo que me decían era la solución, contando con que la persona con la que vivía salvaguardaba nuestro hogar y resultando que ha sido la que la ha puesto en un peligro mayor. ¡Ironías de la vida! No puedo, Ignorantes ciegos

Nuestras vidas están hechas de acciones encadenadas; si miras en retrospectiva, te das cuenta lo importante que puede ser a la larga una acción que en su momento consideramos aislada y sin mucha importancia o que consideras acertada y … la experiencia de vida es un grado, aunque en ocasiones el pago del aprendizaje resulta muy caro.

C'est la vie!!!!!!!! 
¡Ufffff, que alivio, menos mal que es la vida y no yo! ¡Ya parece otra cosa todo, oye, como que se ha arreglado el problema al decir C'est la vie! ¿Verdad? Ya mis malas elecciones de vida como los padres de mis hijos y socia, no son mis malas elecciones,... C'est la vie

Nota* Si no me he sabido explicar bien para que se me entienda, también C'est la vie y no yo.

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